La Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios y la consultora McKinsey & Company comentaron por medio de un foro virtual que la recuperación de la industria de la construcción comenzará de forma gradual a partir del 2021, mientras que el mayor impacto del COVID-19 se verá reflejado mayormente durante el 2020.
Especialistas aseguraron durante el foro que el sector inmobiliario y las industrias relacionadas con la construcción y los bienes raíces tendrán que adaptar sus modelos operativos, de negocio y comerciales para responder a la ‘nueva normalidad’.
En este sentido, Pablo Ordorica, socio senior de McKinsey & Company, las empresas inmobiliarias deberán optimizar los espacios de oficinas para responder a un menor número de trabajadores y densidad.
Indicó, “Esperamos una caída en los arrendamientos de oficinas estándar y una mayor demanda de arrendamientos flexibles y fáciles de ampliar, pues 70% de los inversionistas está considerando una reducción en los espacios con el objetivo de reducir costos”.
Los especialistas explicaron que rumbo a la ‘nueva normalidad’, las empresas del sector inmobiliario deben atravesar y superar cuatro etapas. La primera, Resolver, que consistió en la habilidad de las empresas para asumir los desafíos que la pandemia representó en su fuerza de trabajo, clientes y socios. En la segunda, Resistir, se atendieron retos de dirección y gestión de efectivo a corto plazo, así como resistir con el cierre parcial de operaciones y los efectos del golpe económico.
La tercera etapa, Regresar, donde las industrias deben desarrollar planes específicos que respondan a los escenarios más probables, para así tratar de recuperar el ritmo con que se desempeñaban y recuperan con rapidez. La cuarta, Reimaginar, es en la que las industrias tendrán que reimaginar cómo serán las nuevas condiciones del mercado para sortear los desafíos y adaptar su oferta como industria.
Regresar